7 de julio de 2012

IMPRINTING

El fenómeno conocido como imprinting hace acto de presencia durante la cuarta semana de vida del cachorro y concluye cuando se cumple la décima. Se trata de una etapa crucial para que el perro alcance de adulto el equilibrio emocional y psíquico que es de esperar.
Es la primera huella imborrable que quedará en el animal y que condicionará el resto de su vida, afectando a la socialización con otros perros, con los seres humanos y con su integración en la familia.
 Es fundamental que el amo esté muy bien documentado al respecto para no llevarse una desagradable sorpresa por los problemas que puede causar un imprinting deficiente.  

CONSEJO MASCOTERO
Solicita al veterinario toda la información disponible y pregunta todas las dudas que puedan surgir. 

CUIDADOS PRINCIPALES    
Para que el cachorro se convierta en un adulto sano y con un carácter estable, necesita cuidados a todos los niveles, es decir, físicos, emocionales y psíquicos.

Algunas de las normas que tendremos que imponer son un buen plan de alimentación y las desparasitaciones internas y externas. Muy importante es el cepillado, además del cuidado del pelo, que se realizará diariamente aplicando sobre el manto un paño húmedo para evitar quitar la protección grasa. En este sentido, si se desea un pelo sano, brillante y fuerte, lo mejor es no bañarlo hasta los seis meses, y si se puede prolongar hasta el año, mejor. Además, se debe seguir el plan de vacunación que aconseje el veterinario.
  
ÁMBITO EMOCIONAL 


A nivel psicológico, es fundamental que tenga lugar un imprinting adecuado.  Hay que estar informado de cómo educarlo y enseñarle las normas básicas de convivencia. Nunca se debe asustar ni castigar a la pequeña mascota, que aceptará de buen grado un "No" cuando haga algo inadecuado.

De igual forma, sabrá valorar positivamente un trato justo, pero no aceptará la tiranía ni las reprimendas que no sea capaz de entender. Es importante, que el cachorro tenga sus juguetes propios.

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